Esta semana todos hemos visto o leído algo del incendio de
la Catedral de Notre Dame, incendio que como todos supone una pérdida enorme a
cualquier bien patrimonial que lo sufra y más aún si afecta a un Patrimonio de
la Humanidad como esta catedral, construida mayoritariamente en los siglos XII-XIII, ejemplo de la arquitectura
gótica.
Entre una de esas lecturas nos llamó la atención la
publicada en el especial Papel del
miércoles 17 de abril del periódico El Mundo, donde titulaba un de los artículos
como la “La Catedral de Los Misterios” y no se refiera a los aspectos
religiosos o místicos, sino que indica que sobre la construcción de la catedral
“no hay muchos documentos sobre su financiación y origen de los arquitectos”.
Igualmente indica que los constructores rara vez dejaron nombres o planos de lo
que se ejecuto. Obviamente los misterios sobre su construcción no residen en lo
“que se ve” sino lo que queda escondido, enterrado entre los cimientos u oculto
tras los elementos que la conforman, y que muchas veces por este mismo motivo
no se le presta todo el asunto que debería.